Parque Sempione, en Milán hasta los parques tienen estilo
Milán es la doblemente capital. Por un lado es la capital de la región de la Lombardía y por otro lado, es conocida por ser la capital de la moda italiana. Entre tanta tienda y estilo, el Parque Sempione supone un paréntesis para tomar aire antes de continuar el día de compras.
Aunque el «made in Italy» nació en Florencia, hoy es la ciudad Milán la que acoge a los más importantes diseñadores del mundo. Si damos una vuelta por alguna de sus calles, como el corso Vittorio Emanuele, nos damos cuenta que en Milán hasta en el aire se respira estilo.
El Parque Sempione
A menos de 10 minutos en Metro desde la preciosa Piazza del Duomo. En pleno casco antiguo de está ciudad, que muchos consideran de las mejores ciudades para urbanitas de europa, se encuentra el Castillo Sforzesco. Fue construido en el S.XVI y actualmente alberga una galería de arte.
Pegado al castillo Sforcesco se encuentra el Parque Sempione es el pulmón verde de la capital de Lombardía y ocupa aproximadamente 386.000 metros cuadrados. Nació entre 1890 y 1893, y se construyó en el antiguo parque de armas del castillo. Los ciudadanos no querían grandes construcciones en su ciudad y en respuesta se creo este inmensa zona verde.
Después de un ajetreado día de turismo y compras por Milán. De perderse entre las tiendas y la multitud, nada mejor que descansar entre las numerosas especies de plantas y árboles. Además, si hace un buen día podemos tumbarnos bajo su sombra.
En el parque Sempione se encuentran cuatro edificaciones:
- El Palacio de Triennale es museo dedicado íntegramente al diseño italiano
- La Arena Cívica anfiteatro inaugurado en 1806 en presencia de Napoleón.
- El Arco de la Paz cuya construcción se hizo para celebrar la paz europea lograda en 1815
- Acuario Cívico donde cerca de 100 especies acuáticas diferentes nos deleitan con sus suaves movimientos ondulantes.
El Parque Sempione es una gran opción de la que disfrutar una tarde en Milán. Pasear, oler, comer, soñar, en definitiva gozar de cada instante. Disfrutar de cada rincón que os ofrece esta gran ciudad.
Y ahora ya sabéis ¡sigamos viajando!

