• Ámsterdam para estos y aquellos

    Ámsterdam es  la ciudad que bien se podría definir como la ciudad de los olores. El  inconfundible aroma a falafel que nos traslada a Marrakech, el de sus gofres de chocolate y tortitas a media noche, y por supuesto, el innegable olor de la hierba de la risa que inunda cada una de sus peculiares calles. Y que por supuesto, se adivina claramente al pasar cerca de alguno de sus famosos Coffee Shop. La libertad convertida en ciudad Ámsterdam es única, libre como ninguna, rebelde e inquieta. Incansable, insaciable e irreverente. No hay un lugar en el mundo que la iguale, dónde al sexo le han dedicado todo un barrio y han conseguido que no sea vergonzoso, ni escandaloso. Allí los transeúntes…