
10 fobias viajeras que podrían arruinar tus vacaciones
La edad no perdona, eso dicen los mayores y eso compruebas cuando creces y aparecen manchas en la piel, dolores en zonas de tu cuerpo que ni sabías que existían y por supuesto, las malditas fobias. Aquí vamos a descubrir 10 fobias viajeras que pueden arruinar tus maravillosas vacaciones, y darte algún que otro quebradero de cabeza.
10 fobias viajeras que te arruinarán el día
Y digo 10 porqué «incontable» no es un número y este artículo nunca acabaría. Son muchas las personas que sufren fobias más o menos comunes que les bloquea la cabeza como un muro de hormigón. Como aquel que conocí que desenchufó de la red el ordenador al ver un saltamontes de salva pantallas, o el que ve una araña del tamaño de un alfiler y tiene que salirse de la habitación (él, y no la araña).
Fobia según la Real academia de la lengua Española es «un temor angustioso e incontrolable ante ciertos actos, ideas, objetos o situaciones, que se sabe absurdo y se aproxima a la obsesión» ¿absurdo? que se lo digan a tu mente y ¡le pongan cadenas!
Esa maldita «idea» como lo define la RAE, está fastidiando todos tus planes, y por supuesto tus vacaciones ¿quieres ponerle nombre y apellido a la fobia que te jo**e la existencia? ¡Allá vamos!
Hodofobia
Oh si, ¡que maravilla! sales del trabajo, y no volverás hasta dentro de 15 días porqué, si señor ¡TIENES VACACIONES! pero vaya, vaya…resulta que usted señorita/ito/ite sufre lo que se dice un miedo intenso a viajar.
La hodofobia no es que te estropee un viaje, es que directamente te impide viajar. El mero hecho de pensar en ello te provoca una angustia en el pecho que evita que te plantees coger el coche para irte a ninguna otra parte que no sea la seguridad de tu hogar. Es la madre de todas las fobias viajeras ya que si la sufres directamente NO viajas, solo podrás viajar desde casa.
Aquí tengo dos noticias que darte: La buena es que tiene tratamiento, la mala es que es tratamiento psicológico puede que con pastillas y demás, pero la buena es mejor que la mala…¡Tiene tratamiento! (eso ya lo he dicho) así que si sufres Hodofofia no dudes en ponerte en manos de un experto psicólogo que estudio 4 años de carrera más un master hiper caro para curarte esas «ideas».
Acrofobia
La acrofobia o miedo a las alturas es una de las fobias viajeras más comunes, pero no hay que confundirlo con el vértigo. Este último es soportable. De acuerdo, cuando subes a un campanario te da canguelo asomarte pero… ¿lo haces? si la respuesta es afirmativa entonces da gracias al cielo, porque no sufres acrofobia.
Esta fobia te impide hacer cualquier cosa que tenga que ver con las alturas, y no hablamos de aerofobia (miedo a volar). Practicar tirolina, subir a un ascensor transparente, asomarte a un acantilado e incluso una escalera muy empinada se puede convertir en un verdadero drama. La ansiedad bloquea tu mente y en tus vacaciones tendrás que evitar atracciones con altura. Mejor quédate abajo y ya los demás te enseñarán sus fotos.
Tripanofobia
Cuando un «pinchacito de nada» a ti te suena a «voy a arrancarte el brazo a pedacitos» quizás sufras tripanofobia o belenofobia. Se define como un miedo irracional a las agujas o a cualquier objeto punzante tipo cuchillo o navajas (aicmofobia) y no hace falta que lo toques, el mero hecho de tenerlo cerca te produce uno pánico aterrador.
La belenofobia provoca temblores y sudores fríos, y tú me preguntas: ¿Y eso que tiene que ver con mis vacaciones? básicamente que no podrás viajar a aquellos lugares que requieren de una vacunación obligatoria como China o Hawaii.
Si no te importa perderte el exotismo de la India y eres feliz viajando a la romántica Francia, la tropical República Dominicana o la tranquila Irlanda (entre muchos destinos) entonces este problema viajero no es para ti.
Somnifobia
Entre los mayores placeres de la vida están comer, viajar y dormir y si uno de ellos falla, los demás se van al garete. Esto es lo que pasa si sufres somnofobia, un miedo irracional a los sueños, a tenerlos y recordarlos. No hablamos de los sueños como «quiero ser rico» o «me gustaría vivir en una casoplon de 15 habitaciones» nos referimos al mundo onírico, aquel que nos regala la posibilidad de volar sin alas, y de casarnos con Mario Casas (cada uno tiene sus cosas ¿vale?)
El miedo a dormir se traduce en una sensación de asfixia, palpitaciones y ansiedad justo antes de irte a dormir. La falta de sueño afecta a todos los ámbitos de la vida, ya que un buen descanso es sinónimo absoluto de buena salud. Luego si sufres esta fobia viajera o no, debes buscar un profesional que te ayude a superarla.
Agirofobia
La agirofobia incluye el miedo a las calles, a cruzarlas y a ser atropellado por algún conductor despistado. Es algo muy limitante si lo que a ti te apasiona es viajar. Sin embargo, no puedes dejar que este miedo inexplicable te impida disfrutar de la vida.
Puedes comprar una casita en pleno campo y volverte un ermitaño solitario y amargado Ooo disfrutar de los tesoros de la madre naturaleza. Los seres humanos somos adaptativos, te debes olvidar del turismo de ciudad pero puedes gozar del campo, la montaña, el mar y los bosques.
El mundo del viaje es muy amplio y si sufres esta fobia viajera siempre puedes practicar senderismo, ir de acampada con la familia, hacer excursiones para ver las estrellas, disfrutar de los deportes acuáticos en ríos y playas, convertirte en pajarero, practicar espeleología…un sin fin de actividades para jugar al escondite con la agirofobia ¿Para qué pasarlo mal si lo puedes evitar?
Osmofobia
¿Alguna vez has pensado que tienes hiperosmia? ¿eres capaz de captar olores que otros ni perciben?, si esto le pasara a un osmofóbico el dolor de cabeza sería monumental. Y es que quién lo sufre tiene miedo a cualquier tipo de olor, ya sea bueno o malo y generalmente va acompañado de fuertes migrañas.
La osmofobia u olfactofobía no es lo mismo que la bromidrosifobia aunque quién padece la primera sufre la segunda. Esta última se trata de un miedo patológico y desproporcionado a los olores corporales derivados de la sudoración.
Esta fobias viajeras pueden convertir un viaje de ensueño en una verdadera pesadilla. Quién lo sufre no puede disfrutar de la mezcla de olores en el bazar de especias de Estambul, ni de las calles de Amsterdam, no podría pasear por la capital de Véneto, ni conocer las típicas curtidurías de Marrakech…¡Un drama vaya!
Talasofobia
Esta fobia no te impedirá disfrutar de un viaje, salvo que tengas una gran masa de agua cerca. Ahí la cosa cambia ¡y mucho! estamos ante un miedo incontrolable al océano, al mar y a todo lo que se esconde en sus profundidades oscuras y llenas de peligros (para los talasofóbicos es así)
Disfrutar de una inmersión de buceo, una excursión para avistar cetáceos o simplemente tomar el sol en una playa podría ser una agonía que nada tiene que ver con unas vacaciones bucólicas. Quedarse atrapado en el agua es uno de los mayores miedos que la talasofobia trae consigo, osea que nunca realizarán un crucero, ni siquiera un viaje en lancha. Al igual que todas las fobias, se considera que la tienes cuando el miedo es tal que afecta a tu vida cotidiana, luego si este es tu caso la ayuda te está esperando.
Antropofobia
Entre las fobias viajeras más fastidiosas del mundo ¡esta se lleva la palma!. La antropofobia es el miedo incoherente e irracional a las personas. No hace falta haber sufrido ningún tipo de trauma, puede aparecer sin más.
Este temor se traduce en una sensación de soledad, ya que quién lo padece no puede estar con otras personas, pero esto no quita que necesiten el contacto social. Algunos de los síntomas son la ansiedad, palpitaciones, sudores fríos e incluso llegar a ruborizarse cuando se está con otras personas (si es tu crush no cuenta This is Love)
Macrofobia
Visualízate paseando por la ciudad eterna, la historia romana se respira en cada esquina y los pajaritos cantan mientras aun te quitas las legañas de esos ojillos revoltosos. Roma te espera reluciente y tu mente dromomaniaca espera deseosa conocer cada uno de sus monumento. Hasta aquí perfecto ¿verdad? el susto te lo llevas cuando te encuentras de frente con una fila de personas interminable, y comienzas a sufrir un ataque de histeria digno de la película Psicosis.
Y es que la macrofobia no es más que eso, el temor a las largas esperas. Si, yo también pienso que esperar es insufrible pero si te angustia hasta tal punto de perder el sentido debes ponerle solución. Existen expertos especializados en tratar fobias de todo tipo, y la tuya no les va a escandalizar, así que venga ¡A curarse ya mismo! ¡Hombre ya!
Misofobia
Viajar es maravilloso, llegar al hotel elegido, hacer el check-in y cuando abres la puerta…¿What? ¡Está limpísima! pues claro, ¿qué esperabas? la pulcritud es parte del servicio. Sin embargo, (solo, por si acaso) llevas tu propio bote de lejía en la maleta, te plantas los guantes y frotas los tiradores, repasas los espejos y cambias las sábanas. Los microbios están por todas partes dispuestos a atacarnos ¿verdad? ¿VERDAD?
La limpieza es importante, pero cuando se convierte en una obsesión empiezan los problemas. La misofibia es un trastorno obsesivo compulsivo por la limpieza, hasta el punto de llegar a aislarse por completo del resto de la humanidad. Las bacterias, microbios, los olores corporales y todo tipo de suciedad a la vista o a través de un microscopio provoca tal angustia que dudo de que quién lo sufra llegue a hacer un Check- in alguna vez.
Estas 10 fobias viajeras tienen tratamiento, con paciencia y buenos profesionales se pueden superar. No esperes a tener una crisis de ansiedad, no evites el problema, es mucho mejor enfrentarse a él. Con la ayuda especializada podrás conseguir que tus viajes nunca más se vean limitados por un miedo irracional o una «idea» obsesiva que no te deja disfrutar.

